jueves, 2 de octubre de 2008

El camino del Hueso

Antes de la implantación de un injerto óseo en un paciente, se extraen muestras de este tejido para realizar con ellas un cultivo microbiológico. El objetivo es determinar el tratamiento antibiótico que resultará más adecuado para atajar la infección en caso de que se registre un crecimiento bacteriano una vez realizada la operación. Estos cultivos, además, se utilizan como base para controlar la calidad de todo el proceso de transplante.
Las piezas de tejido óseo son solicitadas al hospital coruñés Juan Canalejo cuando el centro monfortino las requiere para realizar una operación de esta clase. Una pieza destinada a un implante puede ser descongelada y conservada en buenas condiciones durante veinticuatro horas a una temperatura de cuatro grados centígrados.
Un solo donador puede beneficiar hasta 250 personas que recibirán un transplante de hueso. Gracias a los tejidos obtenidos de donadores altruistas se puede mejorar enormemente la calidad de vida de los pacientes al evitar amputaciones, principalmente en casos de pacientes con cáncer de hueso. Se evita la necesidad de realizar otra herida quirúrgica para obtener hueso del mismo paciente evitando con ello dolor, riesgo de infección, lesiones arteriales y nerviosas, asi como disminución del riesgo quirúrgico y el sangrado. El Banco de Hueso y Tejidos del Hospital Universitario de Monterrey, responde a continuación las preguntas más frecuentes.

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